viernes, 12 de abril de 2013

Lo único que mata, NO solo es la vida.


Lo único que mata, NO solo es la vida.
También mata despertarse a las 9 de la mañana  sin unos besos que te arropen.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche, pero no sobre tu espalda.
Que se paren las manecillas y nos quedemos atrapados en la locura más absoluta.
En los besos desde el portal,
En las miradas por los pasillos cuando el tiempo aprieta,
Y en el momento en que lo pierdes todo cuando bajan por tu cuello.

Nos miramos con los ojos de los que saben perder,
sabiendo que tenemos todo por ganar.
9 secretos más tarde invertimos la calderilla del cenicero en un te quiero nuevo.
15 segundos para lamernos las heridas,
y recuperarnos de las ostias de la nostalgia,
 que un asalto tras otro, no deja de levantarse.
Hoy puedes asomarte a la ventana y susurrarte que no seré yo el que se muera de odio
Mientras vuelva magullado a casa porque la noche no era lo suficientemente interesante
Para quedarnos parados sin jodernos la vida 5 segundos más.
La vida es lo único que mata, eso dice el reloj,
Pero también matan sus mordiscos,
Sus “eres un payaso”,
Y esos besos que dan respuesta a un: “¿Tu me quieres?”.
Mientras nos sumergimos en las cloacas de la demencia.
Y qué muerte más dulce.

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