martes, 27 de septiembre de 2011

No se muy bien que ha cambiado en mi en unos dias.
No se donde está el punto de inflexión, la subida más alta y el primer centímetro de la bajada.
Lo único de lo que estoy seguro es de ese sentimiento de rechazo y aversión que ha ido creciendo estos dias en mi interior hacia toda la sociedad que me rodea.
Cuando veo la tele a la hora de comer o durante la cena solo siento un profundo rechazo y odio hacia todo lo que veo.
Veo a presidentes rifandose los territorios como unos niños se reparten un bizcocho, veo como nos bombardean con promesas que se las terminara llevando el viento, odio como nos obligan a gastar la 36, a rechazar las calorías, todo esta lleno de etiquetas. Ahora todo es retro, ecológico, sostenible, tecnología punta, mas fino, mas ligero, mas seguro, mas económico, gasta menos...cada vez se empeñan en que todo sea menos. Las personas son menos personas, caminan idas de la cabeza, sin sentimientos, robotizadas, no importa donde van, de donde vienen, lo que le pasa a su vecino o como conseguir sus objetivos. Ya no hay aspiraciones en la vida, ni sueños, ni ilusión ni si quiera veo un atisbo de esperanza por ninguna esquina donde no vea morir a una persona de hambre, un niño sin techo, una mujer pidiendo u otro emigrante que vende cualquier cosa por tener algo con lo que pagar en alquiler de su piso donde vive con otros 30 compatriotas.
Siento verdadero asco ese bombardeo masivo de publicidad... con esta crema seras mas feliz, con este coche triunfaras en la vida, con estos cereales seras feliz cagando, con esta ensalada olvidate de morir porque casi te hacen la promesa de ser inmortal al comerla, estas hamburguesas son las mejores, esta bebida es lamas refrescante, el bizcocho mas esponjoso, los caramelos mas dulces... todo es una continua lucha por poder colocarte el producto debajo del brazo aunque quizás, cuando sea demasiado tarde y hayas comprado un coche, 4 hamburguesas, 1 televisor ultramegahiperfino que puedes ver hasta los piojos del presentador de turno, te darás cuenta de que ninguna de esas te hacían falta ni tan si quiera son imprescindibles en tu vida.

Siento verdadero asco cuando vea a niños de 14 años odiando la escuela, poniéndose hasta las cejas de alcohol y drogas y con total inmunidad se creen dueños, amos y señores de cualquier lugar en el que pisan. Merecen morir todas esas personas que nos han hecho desembocar en estas situaciones donde unos pantalones son importantes para que la manada te acepte, debes de tener el ultimo móvil de la ostia con el que puedes hasta ir montado al colegio, si tienes la decencia de ir, o de que salgas triunfante de clase con tus 11 suspensos en la mano y seas el mas macho de todo el instituto.
Ahora lo importante no es importante. La poesía se ha convertido en algo de bichos raros, ya no se usan libros, no se escribe a boli, no se usa tipex ni se sujetan las hojas con clips. Todo esta en formato pantalla, sino tiene Internet eres una mierda y probablemente nadie sepa que existes, ni si quiera podrás conseguir los apuntes de la universidad, el programa de una asignatura o los requisitos para aprobar si no tiene un puto ordenador conectado a un universo de consumismo y barbarie donde todo lo ultimo es lo mejor, si no lo tienes eres una mierda y debes de matar si es precioso para conseguir el movil con el que las chicas o chicos no se te descolgaran de los brazos.

Todo esto que durante años se ha ido formando es lo que tenemos ahora, lo nosotros mismos hemos cultivado en nuestro vientre, una puta panda de borregos, sin dos de frente y una sociedad en la cual prima los recortes de educación antes que el sueldo de los 325 políticos que se tocan los huevos cada día, de 156754 funcionarios que da igual cuando vayas, siempre estarán desayunando... pero que importa si podemos pasar la mañana viendo ciertos programas donde te dicen que eres una mierda por no llevar taconazos, que no comas grasa, que la solución es lo mismo de siempre solo que ahora, es mejor por la simple razón de que es ecológico, bajo en grasas y cultivado con medios naturales.

Odio ver familias en la calle después de vivir 70 años en su casa, porque un par de hombre con mas poder que el mismísimo Hércules, deciden que esa gente debe de ir a la calle porque no han podido entregar un conjunto de papeles y círculos de metal acuñados y tasados con una serie de valores a cambio de esa vivienda. Veo a políticos vaciar las arcas y quedar impunes. Veo genocidios como si ves una mariposa pasar por delante de ti. El mundo cada vez esta muriendo mas deprisa, lo matamos nosotros, y lo peor es que hemos adoptado esa filosofía de sofá mediante la cual mientras mi tV, mi coche, mis programa de sensacionalismo que me hace pensar... "pues no estoy tan mal" y mi comida basura no me falte, seré feliz.

Hemos adoptado un estilo de vida mediante el cual estamos atados a una estaca, pero somos felices porque la cuerda que tenemos nos permite caminar 2 metros mas allá de la estaca.

1 comentario:

  1. textaco!Ya veo como la escapada a la montaña ha servido no sólo de deleite para los ojos sino también para la mente! me ha gustado mucho.

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