Estaba sentado en una cornisa observando como la gente fluía por medio de las calles, como fluyen los glóbulos rojos cuando haces ejercicio. No tienen cerebro, pero saben donde tienen que ir.
Sin más, empezó a llover y eso me hizo caer en una profunda reflexión.
La gente es como la lluvia.
Hay gente que pasa por tu lado rápidamente, como una lluvia torrencial, cae encima tuya, te inunda, te moja, hace que hables de ella durante todo el día, pero cuando ya te has secado y ha pasado un tiempo, ya te has olvidado de esa persona como te olvidaste del aguacero.
Otra gente es como la lluvia de un fin de semana, tambien te empapa, está pegada a tu ropa durante buena parte del tiempo, pero cuando ha pasado el fin de semana y te cambias de ropa, el agua se evapora, como esa amistad efímera, y deja de existir, aunque a veces la tormentas no se olvidan.
Hay muchos tipos de lluvia, pero la mejor es el llamado "chiribiri", "chirimiri", "chiripiri"...o como lo llameís en tu casa. Según los agricultores, esa es la mejor lluvia, y según yo, son las mejores personas.
Son ese tipo de personas que te encuentras un buen día, como cuando sales de casa, esa lluvia es muy fina, casi imperceptible para ti, pero poco a poco, te vas calando y no te das cuenta, pero cuando quieres reaccionar ya estas totalemente calado hasta lus huesos, esa es la mejor gente, porque cuando la has conocido puede que estes resfriado una semana, tu cuerpo crea anticuerpos, y deja una señal en tu sistema inmune.
Esto es un rollo, pero las mejores personas son las que te hacen resfriarte.
¿pero de qué hablas?. Estarás preguntandote, ¿de lluvia?¿de gente?¿de resfriados?
Tan solo que la lluvia más desapercibida es la que jamás se olvida.
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