domingo, 27 de mayo de 2012

No existen las horas.

Es muy profundo el desprecio que siento por tus huesos
yo, que te di todo y luche por tus sueños
yo que te di calor en el más frío invierno.

Tengo un reloj sin pilas porque el tiempo no me espera
no quiero quedarme mirando esperando a que vuelvas
en una estación sin transito ni trenes
mírate al espejo y piensa bien quien eres.

Hoy con la nada me acuesto
demasiado alcohol en vena
24 horas siempre puesto
así, por lo menos, no se me escapan los sueños.

La guerra fría me atrinchera entre las sabanas
oigo los bombardeos, miro por la ventana
el sol calienta el alma que intentaron secuestrar
maldita hija de puta que no deja de gritar.

Fueron los nuestros los besos mal salvajes
fueron tus reyes los que acabaran en cárceles
mis campesinos se revelaron demasiado pronto
la tiranía de tus mentiras ya no me vuelven loco.

Son demasiados dias rotos los que me has dado
demasiados malos momentos que pudieron con los buenos
como tu muchas, como yo ninguno no lo olvides
espero sentado en la acera a que tu corazón se suicide.



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