Por todos los chicos que sueñan y cantan.
Por todos los chicos que esperan.
Por los que recuerdan.
Por todos aquellos que un día
despertaron solos
en un mundo extraño.
Por la mano tierna que busca otra mano
y que no la encuentra.
Por los grandes ojos que aprenden la angustia
de las madrugadas.
Por los cuentos de hadas
Que ya nadie cuenta.
Por los solitarios de las calles tristes.
Por los que se quedan de pronto en silencio
mirando una puerta
junto a una ventana
Y hay una pelota olvidada y quieta.
Y hay una muñeca dormida en la falda.
Por los que interrogan con cada mirada
a la vieja abuela
o a la dulce hermana.
Por los que conversan con mamá en secreto
y le intentan juegos
como si estuviera,
o se ponen serios y dicen las cosas
que papá diría.
Por los que recorren semana a semana
un itinerario
de muros hostiles, de gestos extraños,
con una sonrisa que tiembla en los labios
y aplastan la ñata contra un vidrio helado
contra un duro vidrio que sólo atraviesan
las voces del alma,
la luz de los ojos que encuentran otros ojos,
la palabra viva que enciende y renueva
su flor, su esperanza.
Por todos los chicos que sueñan y cantan.
Por todos los chicos que buscan de noche una estrella
en el alto cielo.
Por todos los chicos que esperan
La hora del sol.
Por todos ustedes … SEGUIMOS ANDANDO.
Poema escrito por un detenido-desaparecido durante la dictadura militar Argentina (1976-1983)
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