miércoles, 10 de agosto de 2011


Ya estoy aquí otra vez.
He estado una larga temporada desconectado del mundo y me ha venido la verdad que muy bien.
Asi que como un exfumador que huele el humo de otro cigarro, yo vuelvo a caer entre las redes del blog y aquí os dejo, una triste entrada.

Saludos...

Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias que alimenta a la vida

Hace unos dias o semanas atrás, no recuerdo, me enteré de la triste noticia:
Facundo Cabral había muerto.
El que es uno de los mayores cantores a la paz y a la vida, teniendo la felicidad como estandarte había muerto acribillado a balazos por unos sicarios en Guatemala. La noticia me produjo gran asombro y tristeza a la vez, fue una sensación rara. ¿Cómo un pacifista nato podía morir acribillado a balazos? ¿Acaso una guitarra mata gente?.Llegué a la conclusión de que no, pero si mataba el odio, el rencor y la muerte que alguna gente nunca está dispuesta a dejar de sembrar.

Asi que amigo, compañero y ser humano allá donde los haya, descansa en paz, aunque se que nunca te irás.

Os dejo unas cuantas frases de esta gran persona:

Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos. De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido. Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.

Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

¡Pero no digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes! No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.

De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones.

Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.


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