Abres los ojos al mundo que te rodea.
Siente como un rayo de sol te calienta la nuca y va bajando por tu columna hasta los pies.
No adviertas de su sonrisa, que ya la conozco desde hace bastante.
Discutimos y terminamos en una guerra de almohadas.
Es con los primeros rayos de sol, que hacen que sus ojos de miel se derritan y riegen mi vida de esperanza.
Que ya no somos esculturas de piedra, dentro de nosotros ruge la fuerza.
Que ya no somos sentimientos astillados de madera putrefacta.
La vida no espera.
La espera siempre en el portal, mirando hacia todas partes en busca de una sola palabra que te diga que no hay razon para salir corriendo y no mirar atras hasta que los bloques hayan desaparecido.
Y en medio del desierto, suplicar por un poco de aliento.
He roto las mancecillas del reloj para que el tiempo nunca pase.
Los calendarios estan en blanco.
Las agendas, en negro.
Nada es lo que parece, todo esta entre paredes.
Y que se yo lo que quiero.
Mi futuro esta en el aire como la vida que respiro, y la vida que pierdo.
Y que se yo lo que busco, si solo me preocupo de encontrar versos acertados.
Palabras desordenadas que explotan como fuego de caramelo.
Un cafe que se enfria.
Hoy a muerto la sensibilidad.
Dos minutos mas tarde resurgia en la carta de despida de Gabriel García Márquez:

"...Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!..."

Dos minutos depues, los olvidados salian a la luz atraves de la garganta de LLuich LLach:

Y si canto triste
es porque no puedo
borrar el miedo
de mis pobres ojos.

Y los desparecidos volvian a la vida con el sentimiento mas revolucionario:

"...Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡que sean como el Che!..."

Cinco minutos más tarde un hombre se artaba en el parlamaneto (D.E.P)

"¿No puede uno hablar aquí o qué? Coño, a ver si no puede uno hablar aquí. ¡A la mierda, joder! -Rumores-. Estoy hablando con el ministro y no con ustedes. -Siguen los rumores-. Ustedes están habituados a hablar siempre porque aquí han controlado el poder toda la vida y ahora les fastidia que vengamos aquí a poder hablar las gentes que hemos estado torturados por la dictadura. Eso es lo que les jode a ustedes, coño, y es verdad, joder. A la mierda."

Y una vida despues surge un hombre que jamas tiene prisa:

"Por la mañana, cuando me levanto y no tengo tiempo... yo acaricio mi fósil antes de irme, y lo que no puedo hacer después de acariciar un fósil de 160 millones de años es tener prisa y salir corriendo, porque es ridículo"

Y gracias a un argentino loco, siempre salimos adelante:

“Seamos realistas, y hagamos lo imposible.”

El mundo se ha vuelto loco o quizás, los genios, se estén perdiendo.
Puede que la genialidad se este olvidando en los mas profundo de la individualidad que te consume cada dia.

Despojate de todo y comienza a vivir.


"El paso mas largo, es el primero."