martes, 17 de agosto de 2010


Una vez oí que en 1984, un tal William David de York se comió su propia bicicleta, desde el manillar hasta el ultimo radio solo para salir en el libro Guiness de los récords. No tiene mucho sentido que alguien se coma su bicicleta, ni si quiera en Inglaterra, donde la comida en inglesa.
Pero es especialmente estupido que alguien decida comerse la suya, sin embargo yo le amaba.


El concursante.

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